VICKERS WELLINGTON Mk.IA/C E1/72

La fuerza de bombardeo de Gran Bretaña al comienzo de la Segunda Guerra Mundial solo consistía en alrededor de 300 aviones y estaba formada por escuadrones de bombarderos ligeros y medianos. El bombardero medio más capaz del día fue el Vickers Wellington bimotor, que voló por primera vez en 1936 y entró en el servicio RAF con el escuadrón núm. 99 en Mildenhall en octubre de 1938. El avión de producción tenía poco parecido con el avión prototipo y se comparó con el medio contemporáneo los bombarderos ya en servicio, el Wellington parecía tener un diseño mucho más avanzado y un avión temible para cualquier enemigo potencial. Su elegante diseño de monoplano y su pesado armamento defensivo colocaron al nuevo Wellington como uno de los bombarderos medianos más avanzados y capaces del mundo. Tal vez la característica más significativa del diseño de Wellington fue la adopción de un método de construcción geodésica, que fue desarrollado por el famoso ingeniero e inventor británico Barnes Wallis. Las vigas en D de Duraluminio se usaron para formar una construcción de celosía de metal sobre la que se atornillarían los listones de madera, lo que permitiría luego que se adhiriera la piel exterior del tejido dopado del avión. El fuselaje resultante era relativamente liviano pero poseía una gran resistencia y, aunque este método de construcción suponía un desafío para las empresas dedicadas a la fabricación de bombarderos Wellington, la fuerza inherente del diseño sería crucial cuando el avión entrara en combate. Capaces de soportar un daño de batalla significativo, numerosos Wellington de la RAF lograron traer a sus tripulaciones de vuelta a casa, cuando otros bombarderos no pudieron hacerlo.